Según informa la agencia noticiosa Reuters desde su sede de Madrid, de 659 ciudadanos españoles titulares de cuentas opacas que se descubrieron en la entidad bancaria Suiza HSBC y luego de haber sido citados en su totalidad para blanquear sus situaciones particulares, tan solo 300 se acogieron de manera voluntaria al marco regulatorio fiscal hasta el pasado mes de Septiembre.
La cifra que maneja la Agencia Tributaria Española es cercana a los 260 millones de euros en lo que se refiere a ingresos como consecuencia de la decisión de estos titulares de varios cientos de cuentas, de acatar la medida voluntaria. Esta semana en el Congreso el Secretario de Hacienda repitió el tan subrayado lema de “tolerancia cero” a los fraudes contra el fisco y que sin duda alguna se está ante la operación de regulación más importante del país en toda su historia, gracias a que las autoridades francesas informaron de estos fraudes oportunamente a sus pares españolas.
De todos modos, aun restan 359 españoles que aún no han regularizado la situación luego de que el plazo inicial de esta facilidad que el gobierno ha otorgado a estos para que voluntariamente se acojan a los beneficios haya vencido en junio pasado. Seguramente vendrán en los próximos días varias sanciones al respecto ya que a pesar de que en todo el mes pasado se citaron a todos los titulares tan solo estos 300 acudieron al llamado por voluntad propia. Se está intentando tomar el toro por las astas en este caso tan importante porque el gobierno no quiere repetir lo que sucedió con los casos de las cuentas de Liechtenstein hace ya tres años en la que sólo se han podido recuperar ocho millones de euros.
En ese entonces, de 65 casos remitidos hacia la Fiscalía Anticorrupción sólo 35 fueron los expedientes abiertos de los cuales varios ya han prescripto y la antigüedad de la información que se pudo rescatar es la mayor limitante que se ha tenido para conseguir mejores resultados.
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