La agencia de calificación crediticia Fitch acaba de hacer saltar las alarmas cuando ha confirmado que concederá la nota ‘RD’, que equivale en términos de calificación a un impago restringido de deuda, contradiciendo así todas las opiniones vertidas por los Ministros de Economía y Finanzas de la zona Euro.
La clave del impago radica en la participación del sector privado en el plan de rescate, una participación que pasa por la quita de un 20% de la deuda. Es decir, que el sector privado, personalizado en forma de bancos y cajas, dejará de cobrar ese porcentaje de la deuda.
Todavía está lejos de la gran quita de deuda que se vivió en Argentina en su última gran crisis, una quita que superó el 60% de la deuda, pero que sí llama la atención por tratarse de una situación de impago real que ningún gobierno europeo parece dispuesto a aceptar.
Sin embargo, Fitch sí que reconoce que la reducción del tipo de interés a pagar por el gobierno griego, y la ampliación en los plazos de devolución de la deuda, permitirán cierta dosis de optimismo y esperanza ante el futuro que se nos viene encima de manera inmediata.
Fitch considera que ahora Grecia sí tiene posibilidades de devolver el dinero prestado en forma de rescate, algo que antes era del todo imposible, por lo que aunque la deuda griega esté en términos de ‘RD’ sí se puede esperar cierta recuperación general en el medio plazo.
La buena noticia, por otro lado, de la reunión del día de ayer del Eurogrupo es la unión que sí ofrecieron de cara al exterior, mostrando una unidad que aunque demandada por todos hasta ahora no se había visto, ya que las autoridades nacionales se habían obcecado en tratar de salir de la crisis por sus propios medios, sin contar con el conjunto de la Unión, en un error de apreciación clamoroso.
Habrá que ver como se comportan los mercados en las próximas semanas, pero todo apunta a que, al menos, hemos ganado un valioso tiempo de tranquilidad financiera que permitirá afrontar el futuro con nuevos bríos y desafíos.
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