Ahora que lo peor de la situación sísmica en Japón parece haber pasado, a pesar de las continuas réplicas, y que llega el devastador momento de comenzar a contabilizar las víctimas finales del desastre natural, también es el momento en el que se debe de comenzar a evaluar la situación de la crisis de Japón.
Y es que Japón se encontraba en una crisis económica sin precedentes, potenciada por la crisis económica mundial, pero con graves aristas nacionales basadas en la corruptela política y en una pérdida de competitividad importante que le había llevado a ceder el segundo puesto en el ránking de economías mundiales en favor de China, una crisis de Japón que ahora, con las consecuencias del tsunami, se alargará durante un tiempo impredecible.
Los analistas del Banco Central nipón hablaban de que la crisis de Japón se empezaría a superar durante el primer semestre de este año 2011, y ahora, en una primera valoración sin tener a su disposición todos los datos, ya empiezan a hablar de un retraso de, al menos, un año, algo similar como lo que ocurrió en 1995 cuando se produjo el terremoto de Kobe.
En este escenario mundial, con un Japón en retirada, China e India aparecen como las dos locomotoras mundiales para superar esta crisis que todavía nos sigue golpeando. Sus economías son las únicas que están creciendo a un ritmo sostenido y que no parecen sufrir las consecuencias de la debacle financiera que ha asolado a medio mundo occidentalizado.
Y ahora, la crisis de Japón, aunque esté mal decirlo, les ha beneficiado, igual que a España, y a su sector turístico, le han beneficiado las revueltas del Norte de África, cosas de la economía globalizada, por lo que tanto China como India intentarán dar el salto definitivo para ocupar un lugar preponderante a nivel mundial.
Una clara muestra de que la crisis de Japón se va a largar en el tiempo ha sido la apertura de la bolsa nipona, que en su primer día de cotización tras el terremoto y posterior tsunami ha sufrido un varapalo importante, a pesar de la inyección de liquidez de su Banco Central.
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