La debacle electoral del partido socialista en las Elecciones municipales y autonómicas de este pasado domingo, ha puesto nerviosos a los mercados, que ven un escenario de incertidumbre y de inestabilidad en el corto-medio plazo, al menos hasta que se produzcan las elecciones, ya que el Gobierno no tomará las medidas drásticas que se siguen necesitando, para evitar nuevas pérdidas de votos, y la oposición no enseñará sus cartas, precisamente por la misma razón.
Ello hará que desde hoy hasta el próximo marzo, fecha prevista para las Elecciones generales, nos encontraremos en una situación de inestabilidad que ya han empezado a castigar los mercados con un incremento importante de la prima de riesgo y una caída generalizada del Ibex 35.
Por ese motivo, algunos analistas empiezan a hablar ya de la conveniencia de un adelanto electoral, algo que hasta el domingo no era positivo, pero que ahora, ante la debilidad manifiesta del Gobierno y la poca confianza que los ciudadanos tienen en él, se presenta como la opción más plausible y más conveniente para la economía en general.
Sin embargo, Zapatero ha repetido, por activa y por pasiva, que su intención es la de acabar la legislatura, por lo que no es previsible un adelanto electoral, a no ser, claro está, que empiece a perder el apoyo parlamentario que le está manteniendo hasta ahora, a través de los nacionalistas de CiU, los cuáles ya han empezado a insinuar esa posibilidad.
Estamos, por tanto, en un compás de espera, en el que los mercados internacionales han comenzado a tomar posiciones a la defensiva ante posibles situaciones de mayor debilidad del gobierno, lo cuál encarecerá, aún más, al deuda soberana española, y dificultará el mantenimiento de según que políticas.
Ahora bien, toda esta potencial inestabilidad desaparecería en el mismo momento en el que el Gobierno decidiera seguir con sus medidas de ajuste y se olvidara de la cita electoral de dentro de unos meses. Pero para ello hacen falta unos arrestos que, tal vez, este Ejecutivo no tenga.
De todas formas, lo único claro es que nos encontramos en un escenario apasionante, con muchas alternativas sobre el tablero de juego.
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