
Lo que comenzó como una crisis inmobiliaria rápidamente como reguero de pólvora se extendió al sistema financiero y como consecuencia, una gran recesión está ahora instalada en el continente lo que pone en peligro millones de empleos y por ende, los ingresos de las familias españolas. Muchas de estas familias tienen hipotecas vigentes y el sueño de la casa propia puede encontrarse en la cuerda floja. Pues una de las mejores formas de evitar que se llegue al punto del embargo por atraso en las amortizaciones es prevenir, tomando decisiones en el momento justo como puede ser solicitar la subrogación hipoteca, quizá el último salvavidas para no llegar a la debacle total.
Antes de ello de todos modos podemos hacer un intento mediante un pequeño truco, tratando de convencer a la entidad financiera donde tenemos la hipoteca de que otro banco o caja nos ofrece condiciones más ventajosas, con mejores plazos y tasas de interés. Si a nuestra entidad le llega a interesar el hecho de mantenernos dentro de su cartera de clientes, probablemente cedan algunos puntos y podamos renegociarlos a nuestro favor, de lo contrario seguramente no tengamos otra opción que realizar la subrogación hipoteca hacia otra entidad.
Es de destacar que entraremos en un tema que con seguridad deberemos manejar con mucha cautela, el hecho de cambiarnos de entidad nos va a traer aparejados varios gastos tanto para la cancelación de la hipoteca en la entidad donde se encuentra inscripta como para la suscripción de la nueva en el banco o caja donde vayamos a radicarla. Para esto debemos contar con un asesoramiento de confianza con profesionales que nos indiquen claramente los pasos a seguir y los costes de cada movimiento que vayamos a realizar, por supuesto que no queremos sorpresas al momento que debamos desembolsar el dinero para los gastos mencionados.
Por otra parte, es fundamental que nos tracemos una proyección de ingresos y egresos previstos dentro de nuestro presupuesto familiar para el mediano y largo plazo teniendo en cuenta estos gastos mencionados y las nuevas condiciones de la hipoteca que vamos a suscribir. Todo esto a efectos de definir, antes de realizar ningún movimiento, si realmente nos conviene o sólo estaremos gastando un buen dinero para quedar en las mismas o en peores condiciones.
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