El movimiento 15-M tuvo un gran éxito este pasado sábado con su nueva manifestación global, 15-O, que aunó esfuerzos en una gran manifestación internacional que tuvo lugar en más de 80 países, para totalizar un conjunto de 650 ciudades en las que los «indignados» salieron a la calle.
Todas las manifestaciones tuvieron un lema común no oficial como fue el del «cambio global ante la situación económica, política y social actual», un cambio que permita que se recupere la equidad en las sociedades y se recupere la democracia, otorgando el poder al pueblo, a través de las urnas, usurpándoselo a los poderes fácticos financieros que se han hecho con él y no parecen querer compartirlo, para que se puedan recuperar los datos de paro y otros parámetros económicos.
Ciudades como Buenos Aires, Tokio, Los Ángeles, Sao Paulo, Sydney, París, Roma, Bruselas, …, y así hasta completar las 650 ciudades que han tomado el relevo de Madrid como epicentro de la revolución social en pos de un cambio tras los excesos del capitalismo más absoluto que nos ha llevado a la actual crisis económica y social.
Por regla general, todas estas manifestaciones se celebraron con plena tranquilidad, en un ambiente festivo y reivindicativo que sirvió para otorgar fuerza moral a las peticiones del movimiento, a excepción de pequeños altercados producidos en Roma por los movimientos antisistema.
Los políticos, como viene siendo habitual en cada reivindicación social de este tipo, valoraron positivamente el ejercicio de democracia social expresado por el pueblo, y se comprometieron a estudiar todas las propuestas lanzadas en las asambleas que tuvieron lugar.
Sin embargo, los portavoces del movimiento 15-M ya han mostrado sus dudas más que fundadas sobre las poca credibilidad que pueden otorgar a todos estos compromisos de los partidos políticos, los cuáles han quedado siempre en agua de borrajas, sin llegar a fructificar en acciones serias y responsables que pudieran hacer pensar en un inicio real de la recuperación de valores económicos y sociales.
En este sentido, los portavoces de estos grupos seguirán luchando para que su voz se siga escuchando y que el mensaje emitido se transmita a nivel internacional, de la misma manera en la que se está produciendo en estos momentos.
¿Tú qué opinas del movimiento 15-M?
Deja una respuesta