El proceso de fusión entre Caja España-Caja Duero y Unicaja se encuentra a punto de cristalizar tras duros meses de negociaciones y análisis de los números de las tres entidades para que el resultado de la fusión fuera lo más satisfactoria posible para las partes implicadas y lo menos dañino para los empleados y los clientes de cada entidad.
Según los analistas que están siguiendo el proceso, todo apunta a que que Unicaja incrementaría su peso en el banco constituido para el ejercicio indirecto de la actividad financiera, ya que, en un principio se apostaba por una participación del 63% de Uncaja, mientras que con el transcurso de los meses y ahora, a punto de finalizar el proceso, esta participación se habría incrementado hasta el 70%, dejando sólo el 30% para las cajas casteallanoleonesas.
La sede del nuevo grupo se instalará en Málaga, aunque los centros operativos de cada entidad se mantendrán en los mismos lugares que hasta ahora, es decir, Ronda, León, Salamanca y Madrid. Por otro lado, la corporación industrial tendrá su sede social en Salamanca.
Una vez que fructifique la fusión de manera definitiva se conformará el tercer grupo de cajas con ejercicio indirecto de la actividad financiera a través de un banco, acumulando un volumen de activo total de 81.000 millones de euros y manteniendo la obra social en sus áreas de influencia.
Así, tanto Caja España-Caja Duero como Unicaja proseguirán con su labor de dinamizar tanto Castilla y León como Andalucía, para lo que se nutrirán de los ingresos financieros generados por el banco resultante de la fusión, con lo que los entornos en los que desarrollan su labor no se verán afectados por este proceso.
En definitiva, parece que es una fusión que beneficia a todas las entidades, aunque pone de manifiesto la mayor importancia de Unicaja en el panorama financiero español, ya que tomará una influencia decisiva a la hora de gestionar el nuevo banco resultante, relegando a Caja España-Caja Duero a una labor menor, sin factor de peso en las decisiones que tome la nueva entidad, algo que será difícil de digerir para los ciudadanos de Castilla y León.
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