Este viernes pasado los mercados se fueron de fin de semana con una noticia realmente sorprendente, a pesar de las amenazas previas, y que ha colocado al Presidente Obama en una situación muy compleja. La agencia de calificación Standard&Poor´s ha decidido rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos pasando a AA+ por primera vez en la historia.
La principal razón para la bajada de la calificación radica en el esperpento escenificado por demócratas y republicanos estas pasadas semanas a consecuencia de la elevación del techo de endeudamiento del Gobierno federal, el cuál llevó a la firma de un acuerdo que se quedaba excesivamente corto en opinión de Standard&Poor´s.
Pero no sólo se queda en esta rebaja, sino que en el informe confirma que a no ser que se produzcan avances significativos en términos de acuerdos de Estado serios y sostenibles es posible que la calificación crediticia de Estados Unidos se vuelva a rebajar en un plazo de 12 o 18 meses.
Todo este proceso de rebaja de calificación comenzó el pasado 14 de julio ante el ingente déficit que sostenía el Gobierno federal, un 9% del PIB (en valores cercanos a los de la Segunda Guerra Mundial), cuando Standard&Poor´s decidió poner en revisión la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos.
Estados Unidos queda ahora por detrás de los países con calificación AAA+, como son Reino Unido, Alemania, Francia y Canadá, y pone en entredicho la situación del dólar como moneda depósito de referencia, como ya se han adelantado a anunciar los gobernantes chinos.
Por otro lado, en cuanto a las otras dos grandes agencias de calificación crediticia, Moody`s decidió mantener la categoría de AAA+ a la deuda soberana de Estados Unidos esta pasada semana, y habrá que aguardar hasta finales de mes a que Fitch Ratings presente su informe.
Malos tiempos, en definitiva, para la primera economía del mundo, que ve como tiene que lidiar ahora con una situación que no se esperaba, como es la desconfianza de los mercados en un escenario financiero internacional de alta complejidad y excesivamente cercano al regreso a la recesión mundial, esquivando los cantos de sirena de la recuperación.
Deja una respuesta