A pesar de que el Gobierno sigue trabajando por detener la derrama de parados que se sigue produciendo en nuestro país, Valeriano Gómez, Ministro de Trabajo, ya comienza a hablar de la cifra de 5 millones de parados como una realidad alcanzable en el corto plazo, si no se produce una modificación drástica de la coyuntura económica actual.
Según las palabras del Ministro al diario económico Expansión, los datos que el Gobierno maneja hablan de una pérdida real de dos millones de puestos de trabajo durante la crisis, la cuál se ha visto agravada por el incremento de la población activa, es decir, por un crecimiento del volumen de personas con intención de trabajar.
En ello, precisamente, sitúa Valeriano Gómez la posibilidad de que el paro se dispare a los 5 millones de personas, ya que si se siguen incorporando nuevas personas al mercado, y éste no es capaz de absorber ningún tipo de demanda, nos encontraremos en una situación de crecimiento continuado del desempleo.
Ante estas cifras de desempleo, realmente insostenibles en cualquier lugar del mundo, los expertos alaban el buen comportamiento de la sociedad española que ha sabido utilizar la red familiar para sobrellevar estos momentos de dificultad grave y evitar una catástrofe mayor.
Por otro lado, Valeriano Gómez cree que ya se empiezan a notar signos de recuperación en la economía española, y que para principios del año 2012 estos signos llegarán a las familias de forma directa, con una clara inyección económica sobre los datos de desempleo.
Nos encontramos, por tanto, en los últimos momentos de la crisis, en los últimos coletazos de la destrucción de empleo, que, aunque seguirá viva durante unos meses, parece que poco a poco irá desapareciendo, en favor de la creación neta de empleo, especialmente en estos meses de verano que nos vienen ahora.
No hay que olvidar, por otro lado, que las rigidices del mercado laboral español genera una bolsa de desempleo de cerca de 2 millones de personas, incluso en tiempos de bonanza económica, con lo que las cifras de 5 millones hay que tomarlas con cierto relativismo y perspectiva, para no caer en la demagogia fácil.
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